¡PARTICIPA EN LA VIDA DE TUS HIJOS! No te conformes con verles crecer

La preocupación principal de los padres siempre es darle todo lo mejor a sus hijos. Nos esforzamos en trabajar para ganar el dinero suficiente para que no le falte de nada y, en ocasiones, no nos damos cuenta de lo que en realidad necesitan.

Cuando nuestros hijos son sólo niños necesitan muchas atenciones, que ellos sean el centro de nuestra vida. Nos piden cariño y protagonismo a voces, aunque no sea audible. Piden que les compres juguetes, chucherías, ver los dibujos… pero en realidad lo que necesitan y más agradecen es que estés con ellos. Un abrazo, palabras de cariño, verlos jugar mientras te enseñan lo que hacen o sentarte en el suelo a jugar con ellos es lo que más les gratifica.

Las muestras de amor les confirman que son queridos. Puede parecer algo obvio, y sin embargo no lo es. En ocasiones se da por hecho que nuestros hijos saben que los queremos, pero es necesario demostrárselo con pruebas de afecto para que se reafirmen en lo que piensan y lo sientan de verdad.

Observar a l@s niñ@s mientras realizan sus actividades para que muestren sus logros les hace reafirmarse en su seguridad, en su autoestima. Que estés ahí cuando se equivoquen para explicarles por qué y guiarles a conseguir lo que pretenden les ayudará a saber pedir ayuda cuando la necesiten y a aceptarla.

Jugar con ellos les demuestra que no están sólo, que siempre tendrán a su familia para divertirse. Muchas veces necesitan jugar solos para conocer sus gustos y aptitudes. En otras ocasiones requieren de otra@s niño@s para jugar y desarrollarse en su infancia con sus homónimos para aprender unos de otros. Pero a veces, también prefieren las atenciones de los progenitores para sonreír, aprender y desarrollarse como persona.

Las cosas materiales les gustan, pero es a ti a quien necesitan.

Pequeños detalles como jugar a la pelota en el parque, pasear en bici, leerles un cuento sentados juntos en cualquier momento del día, o incluso ver sus dibujos favoritos junto a nuestros hijos nos hacen participar de su vida y su crecimiento personal, no sólo del físico.

Cuando formamos parte activa de sus vidas, también enriquecemos las nuestras. Nos hace conocerles mejor, pero también a nosotros mismos.

DISFRUTA DE TUS HIJOS Y ELLOS CRECERÁN FELICES